Día del Amor Fraterno

“… ayudar al prójimo en toda circunstancia …”

La Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre 1948 en París, dice en su primer artículo “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Resulta, así, que el primero de los DERECHOS HUMANOS, lo constituye el DEBER DE FRATERNIDAD, la norma básica de todos los derechos humanos, cuyo valor básico es la dignidad humana. Fraternidad, solidaridad, caridad, simpatía y beneficencia son sinónimos a grandes rasgos, y se emplea un término u otro según el contexto. El deber de ver en cada ser humano un HERMANO, y estar a su lado cada vez que me necesitan.

La solidaridad supone el pleno reconocimiento de la dignidad del otro y lleva a tenderle una mano, sin paternalismo, arrogancia ni humillación. La fraternidad implica que consideremos al otro igual que nosotros mismos sin tener en cuenta las diferencias, manteniendo una relación de hermano. Solicitan un amor, una atención diferente ya que no somos un rebaño de ovejas, sino que cada uno es único en su singularidad.4 Pegatina

La mesa fraternal ha de estar abierta principalmente a los que tienen menos, a los pobres, los que más buscan, los que más necesitan.

El hambre no puede esperar.
El dolor no puede esperar.
La injusticia no puede esperar.
No hay excusas, la vida se nos dio para compartirla.
Sor Lucía Caram

Marcar como favorito enlace permanente.

Comentarios cerrados.