Cuando Baden Powell escribe su último mensaje a los todos los scouts, sintetiza de una manera sencilla, pero a la vez magistral, la esencia pura del escultismo; no ya solo como sistema educativo para jóvenes, sino como sistema de valores para ciudadanos adultos.
Consejos como gozar de la vida mirando siempre el lado positivo de las cosas, hacerse sano y fuerte para ser más útil a los demás o vivir en armonía con la naturaleza; son las pinceladas principales del sistema de valores implícitos en el escultismo. Incluso la manera serena de explicar a los jóvenes la proximidad de su muerte, pone de manifiesto esa forma suya de vivir, en sintonía total con la naturaleza.
Pero lo que más llama la atención en el último mensaje de Baden Powell es la clave de felicidad que encierra para la edad adulta.
La felicidad no proviene de la riqueza, ni de los éxitos personales, que te encaminan equivocadamente a la búsqueda de la felicidad individual.
Para él, la verdadera felicidad se gana en pequeñas conquistas diarias y reside en desviar el “centro de la diana” hacia la felicidad de los demás. Uno encuentra su camino allanando el de los otros, ayudando, brindándose, buscando y luchando por el bien colectivo, sobre el individual.
El lema scout “SIEMPRE LISTOS” para los que ya han dejado el escultismo juvenil, consiste en seguir luchando por la idea de dejar este mundo algo mejor, aportando pequeños granos de arena a los cambios sociales.
Precisamente, por ellos surge el escultismo adulto, para coordinar esas sucesivas generaciones de scouts que, fuera de la etapa juvenil, quieren brindar lo mejor de sí mismos a los demás trabajando en equipo.
El escultismo adulto quiere ser algo más que “antiguos scouts”. El término por definición nos sitúa en el presente, no solo para recordar los buenos tiempos pasados dentro del Grupo, sino fundamentalmente para embarcarnos en proyectos actuales.
Además, la fórmula del escultismo adulto es tan flexible y abierta que posibilita que al mismo puedan integrarse los que, no habiendo tenido la suerte de vivir el escultismo juvenil, lo conocen a través de sus hijos o de sus amigos; y se sienten identificados. A ellos se les brinda la oportunidad de realizar su promesa scout y convertirse en uno más de la asociación.
Para terminar de delimitar los términos, debemos de aclarar la diferencia entre “ESCULTISMO ADULTO” y “RECURSOS ADULTOS”.
La diferencia fundamental está en el tipo de vínculo que se mantiene con los scouts jóvenes.
Nosotros, los scouts y guías adultos no participamos directamente en los proyectos del escultismo juvenil, a no ser de manera reglada y siempre ante petición de estos.
Nos caracterizamos por tener vida propia, con proyectos con finalidad social y medioambiental definida, aunque siempre de manera indirecta se refuerza o apoya a los scouts y guías en todas sus facetas y dimensiones, contribuyendo así a la continuidad del escultismo en la sociedad actual.
